A Qué altura se Cuelgan los Cuadros
Obras de arte, ilustraciones,
fotografías, los dibujos de tus hijos…
Parece que la decoración de una casa no
está completa hasta que no cuelgan
algunos cuadros de sus paredes. Y es
lógico que así sea, ya que enmarcar y
exponer nuestras obras favoritas es una
de las mejores maneras de personalizar
el espacio, de hacerlo nuestro.
Pero, ¿sabes cómo lograrlo? ¿Cuál es el
mejor emplazamiento y la altura ideal
para colgar tus cuadros?
Esta tarea que parece sencilla tiene su
dosis de complejidad. La dificultad no
está únicamente en elegir el sistema que
vamos a emplear para colgarlo, sino en
decidir qué cuadro colgar, dónde y a qué
distancia del resto de elementos como
paredes, techo, muebles, otros cuadros…
Sin embargo, con algunos
consejos prácticos lograrás hacerlo con
éxito. Comienza por elegir las obras y
decidir en qué pared quieres verlas cada
día. Después puedes hacer algunas
pruebas antes de pasar a la acción.
Recorta, por ejemplo, piezas de papel
del tamaño de tus cuadros y pégalas en
la pared para comprobar si te gusta el
resultado o no.
Respeta
la escala
Seguro que ya sabes que en decoración la
proporción es una de las claves a tener
en cuenta, y esto también sirve para los
cuadros. Es importante mantener cierta
escala a la hora de elegir lo que vas a
colgar. Por eso, si la pared es grande,
es mejor que te decidas por un cuadro de
gran tamaño o una composición de varios.
En el primer caso, has de colocar tu
obra más o menos centrada en el espacio
disponible.
Cuando, por el contrario, la pared es
pequeña entonces puedes combinar cuadros
pequeños con alguno mediano para darle
interés al conjunto.
¿Sabes
cuál es la altura ideal?
Dicen los expertos que la
altura perfecta para colgar un cuadro
es, en líneas generales, un poco por
encima del nivel de los ojos. Dada la
diversidad de estaturas y para
generalizar, podríamos decir que la
medida sería aproximadamente a 1,70 m
del suelo. Sin embargo, no es esta la
única regla que ha de guiarnos en la
tarea.
Por ejemplo, si queremos colgar nuestro
cuadro sobre un mueble -ya sea un sofá,
un aparador o el cabecero de la cama-
hemos de tener en cuenta que ha de estar
más cerca de dicho mueble que del techo,
para evitar que parezca estar flotando
en medio de la nada. La recomendación es
dejar, como máximo, unos 30 cm entre el
marco del cuadro y el sofá o el
cabecero.
Una
composición que atrape todas las miradas
Crear una galería de cuadros
en un rincón de la casa es la fórmula
ideal para dotar de carácter propio al
espacio. Un recurso original, elegante y
diferenciador para decorar. Eso sí,
conviene seguir unas pautas si quieres
que el resultado sea perfecto.
Para empezar, la búsqueda del equilibrio
ha de ser tu objetivo. No importa si la
composición es en horizontal, vertical o
irregular. Lo realmente decisivo es que
sea equilibrada. Así lograrás que tu
pequeña galería resulte verdaderamente
espectacular.
Las composiciones horizontales son las
más adecuadas para pasillos o para
colgar sobre el sofá, en la pared
principal del salón. Sea como sea,
tendrás que decidir si prefieres un
esquema ordenado con cuadros del mismo
tamaño, o un conjunto más dinámico con
variedad de formatos, estilos de
enmarcado, etc.
En cuanto a la distancia de separación
que ha de haber entre los cuadros, esta
ha de oscilar entre 5 y 8 cm en función
de las dimensiones de las obras
enmarcadas (siendo mayor esta cuanto más
grandes sean los cuadros). Si bien esta
es la recomendación general, lo cierto
es que no hay reglas establecidas, por
lo que también entran en juego las
preferencias y gustos personales.
Cuando los cuadros son del mismo tamaño,
lo normal es que la distancia entre
ellos sea idéntica. En caso de cuadros
de diferentes formatos y dimensiones,
puedes jugar un poco más con las medidas
y variar la distancia entre los marcos.
Al final, lo realmente importante es
lograr una composición armónica y
atractiva.
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